2 La vida cotidiana es un desafío a nuestras relaciones

Ejemplo 1:
Hace pocos años que Juán y Luisa están casados y recientemente llegaron a ser padres de familia. El nacimiento de Janina cambió la vida de los dos en 180°. Anteriormente los dos trabajaban en diferentes agencias publicitarias. Después del nacimiento de Janina se quedó Juán en casa los primeros tres meses para estar con su familia. Fué un tiempo muy bello que les dió la oportunidad de desarrollarse en común. El tiempo pasó muy rápidamente, ya se llegó Abril y Juán tuvo que volver a trabajar en tiempo completo.
El echa de menos a su pequeña familia y Luisa echa de menos a Jan. Los días pasan llenos de quehaceres y ella disfruta de la intimidad de su hijita, quien ya muestra mucho temperamento. Pasan todas las tardes al aire libre. Una vez por semana se encuentra Luisa con varias señoras que conoció en el tiempo de preparación para el nacimiento, con quienes se entiende muy bien.
Juán de nuevo se concentra completamente en su trabajo y rara vez llega a la casa antes de las ocho de la noche. Está entonces cansado y la niña ya duerme.
Janina duerme con los padres en la cama doble y cuando en la noche Luisa le dá pecho Juán no llega a despertarse bien. Luisa muy claramente se decidió a alimentar ella misma a la niña y se alegra de que en ese aspecto todo anda bien. Como se enteró por algunas amigas, no siempre es ese el caso. El contacto físico entre Juán y Luisa se ha reducido a acariciarse y eso no sólamente desde el nacimiento de Janina. Ya hace tiempo que Luisa anhela contacto apasionado con su esposo.
Juán siente su deseo sexual pero no quiere acosar a Luisa y él mismo a veces se siente muy cansado. Sinembargo a veces piensa él si así es la vida. Que el ser padres quiere decir tener una vida sin sexualidad y quedar entre el trabajo, el deporte y el cuidar a la niña. Con frecuencia pasan semanas sin tener relaciones sexuales.
Un día habla sobre sus pensamientos después de la cena. Luisa está recogiendo y ordenando las cosas que se han ido acumulando en la mesa de la cocina. Al oírlo se detiene y se pone pensativa pero no dice nada. Juán cambia entonces el tema.
Días después toca Luisa el punto y dice: “Me parece que no se puede forzar nada. Para mí, nuestra nueva vida ha cambiado el ritmo de todo. Sinembargo pienso mucho en tí. Te quiero y espero que tú lo sepas y lo sientas.”  Lo mira para ver su reacción. Juán asiente y abraza a Luisa. Le acaricia la cabeza: “Simplemente me haces falta!” La besa con ternura pero ella se aparta de él y lo mira de lado: “Espero que tú no seas del tipo de los que me quieren forzar”.” “No, yo creo que nó.” Juán la mira pensativo y también Luisa nota que hay algo entre ellos que no va bien. Presión es lo que menos quisiera de su esposo.

Ejemplo 2:
Sebastián y Sabrina tienen 20 años de matrimonio. El hijo, Rolf, no vive ya con ellos y estudia derecho. Imita a su padre, quien es abogado y tiene un gabinete propio, con varios empleados. Tiene una enorme cantidad de trabajo, pero “sólo así se sale adelante””, como él siempre dice. Rolf es hijo único. Sabrina tiene muchos amigos, le encanta montar a caballo y desde hace varios años le ayuda a su amiga Anke, quien tiene una caballeriza propia. Desde que ella comenzó, Sabrina le ayudó con la publicidad y después, cuando el establecimiento ya iba bien, la ayudó a organizarlo. La apertura de una tienda pequeña pero bien surtida de artículos para equitación en una parte del establo de Anke que no estaba usando, se hizo por sugerencia de Sabrina.
Sebastián y Sabrina casi no se ven en el curso de la semana. Sebastián sale temprano de la casa, cuando Sabrina está todavía bajo la ducha. De vez en cuando se llaman por teléfono para saber el uno del otro y por las tardes Sebastián está con sus comilitones o con sus clientes. En los últimos tiempos le ha aumentado aún más el trabajo porque recibió dos casos muy importantes. Para Sabrina esto quiere decir que en las noches casi no ve al esposo. A pesar de que tiene suficiente que hacer, desde hace poco y por sugerencia de un conocido toma parte en los asuntos de una organización social a donorem. Ella siente que le falta el esposo. La relación entre los dos naturalmente con los años ha cambiado. De un amor muy vivo al comienzo se transformó en una buena y humorística relación en la cual los dos pueden ocuparse de sus proyectos propios sin que el compañero se sienta descuidado.
Pueden alegrarse por el éxito del compañero, pero por lo menos desde el punto de vista de Sabrina, han perdido el contacto el uno con el otro. Sabrina piensa que es para ella demasiado doloroso.
Ya no sabe con quién pasa las tardes, en qué se ocupa, lo que lo preocupa. No es que dude de su aprecio hacia ella o de su fidelidad. Es que ya casi no sabe el  uno nada del otro y su sexualidad hace  tiempos que no entra en acción.
“Qué responderías si un hada te preguntara qué deseas?” Sabrina mira al esposo por encima de su taza de café en un fin de semana en que por excepción  tienen los dos la oportunidad de disfrutarlo sin interrupciones. “Un hada ? Hm ...” Sebastián la  mira pensativo. Entonces mira por la ventana: “Yo desearía poder dormir una semana completa.” Con un suspiro coge el periódico pero al momento lo deja a un lado, se para y se estira. “Quiero dar una caminata. Me acompañas?” Sabrina lo niega con la cabeza. Ella está desilusionada, aunque le parece que en este caso ese sentimiento es muy infantil. Ella desearía pasar un fin de semana con él. Los dos solos, bien romántico. En un hotelito pequeño por allá en las montañas. En mitad de la naturaleza. Una chimenea a la entrada, una cama bien linda y cómoda – y que se amaran bien apasionadamente. Para ser honesta, se siente triste. En el fondo encuentra raro que el esposo no muestre deseo de tener contacto sexual. Al parecer no la encuentra lo suficientemente atractiva. El pensar en eso la pone triste. Con frecuencia ella ha notado que otros hombres la ven con interés. Qué ocurriera si alguna vez cediera a uno de ellos?
Descontenta de sí misma rechaza al momento ese pensamiento. Qué tontería! Quiere a Sebastián y es a él a quien desea. Desafortunadamente no parece que ese deseo venga de ambos lados .